Los gases son exceso de aire que se introduce en el sistema digestivo del bebé a la hora de hacer la digestión y al fermentar los alimentos. Se extraen en forma de eructo o ventoseo y pueden ser molestos y frecuentes. Es importante ayudar a aliviarlos o evitarlos.
Durante los primeros meses de vida, el 80% de los bebés pueden sufrir gases, por dos razones fundamentalmente: por la inmadurez del sistema digestivo o porque tiene un reflejo gastro-cólico que hace que cuando comen se mueva el intestino. No es grave pero hay que solucionarlo en caso de que se prolonguen en el tiempo, ya que los gases son muy molestos durante el primer año de vida.
Bebés de 1-6 meses
Si recibe lactancia materna, apura la toma de un pecho antes de cambiarle al otro, ya que la leche del principio –según varios estudios- provoca mayores gases que la del final. También deberá eructar frecuentemente. Si utilizas biberón, utiliza tetinas anticólicos, de la talla correcta y no la agites demasiado para evitar las burbujas.
Bebés de 6-12 meses
El agua le ayudará a combatir los gases. Los masajes circulares con cremas le aliviaran las molestias y tendrán efecto calmante sobre el tracto gastrointestinal del bebé.
A partir del año
Evita las comidas copiosas y que se alimente despacio. Las cenas deberán ser más ligeras para que se generen menos gases. Los purés y los trozos pequeños son más recomendables, del mismo modo que tomar probióticos y prebióticos (yogur, cereales, leche, papilla). También podrás prevenir los gases manteniendo la tripa caliente y cubierta.