¿Sabías que según diferentes encuestas el tipo de alimentación que recibirán los bebés lo suelen decidir las madres y padres antes del parto? No hace falta precipitarse, pero aquí puedes informarte de las diferentes opciones que tienes a la hora de alimentar a tu bebé, con sus ventajas, beneficios e inconvenientes.
Todos los organismos internacionales relacionados con la salud y la alimentación, y muy especialmente la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan la leche materna como el alimento idóneo para los lactantes. La razón: las especiales características de su composición, ya que no sólo cubre sus requerimientos nutricionales, sino que aporta otros compuestos con efectos beneficiosos sobre el crecimiento y la maduración del sistema inmunológico.
De hecho, la OMS aconseja la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. Pero si tienes dudas o quieres conocer otras alternativas, puedes consultar con el futuro pediatra del bebé, quien te asesorará sobre el tema. Elegir entre la lactancia materna o las leches infantiles es una de las primeras decisiones a tomar y siempre debe tratarse de un acto agradable, como una muestra de cariño, y principal cuidado del bebé en la primera etapa de la vida.
Independientemente del método que elijas para alimentar a tu hijo cuando nazca, debes recordar algunas cosas importantes:
- Si optas por la lactancia materna, no te olvides de los discos protectores, sujetadores de lactancia, blusas y camisones de fácil abertura.
- En caso de decantarte por las leches infantiles, hazte con un biberón con tapón y tapa, tetinas, y, sobre todo, un envase de leche infantil con su medidor.
- Hay una gran variedad de biberones de diferentes materiales (plástico y vidrio), como de tetinas de caucho o silicona de diferentes formas (ej. anatómicas, clásicas o de gota, y de boca ancha) y con diferentes tamaños de agujeros. Consulta al respecto a tu farmacéutico de confianza.
- En el caso de las leches infantiles, se aconseja utilizar tetinas de flujo medio. Facilita el succionado mediante un goteo continuo y evita que el bebé se atragante. La mejor tetina es aquella que mejor acepta y se adapta al bebé.
- Recuerda también los utensilios necesarios para la preparación (ej. recipiente para hervir agua), limpieza y conservación (ej. cepillos y/o esterilizadores, escurridor).
- En ambos casos, conviene que te hagas con varios baberos para alimentar a tu bebé... ¡sin manchas!
Consejos y hábitos para alimentar al bebé:
- Busca un lugar cómodo y tranquilo.
- Una buena posición es sentada con la espalda recta.
- Debes estar cómoda y relajada.
- Coloca a tu bebé en tu regazo con apoyo de la cabeza y el cuerpo.
- La cabeza del bebé debe estar a la altura de tu hombro.
- Se aconseja inclinar el biberón y que la leche cubra toda la tetina, para que en el momento de succionar, el bebé no trague mucho aire.
- Tras las tomas, ayuda a tu hijo a que eche los gases, poniéndolo en determinadas posturas que ayudan a que eructe. Se sentirá más tranquilo y evitarás la regurgitación o cólicos producidos por un exceso de acumulación de aire a nivel abdominal.
Posturas para facilitar el eructo del bebé:
- Con el bebe boca abajo, tumbado en tu regazo y la cabeza un poco más alta que el pecho, realiza un suave masaje en su espalda.
- Apoya al bebé erguido contra tu pecho, con su cabeza tocando prácticamente tu hombro y masajea su espalda suavemente o dale pequeñas palmaditas.
- Con el bebé sentado en tus rodillas y sosteniendo su pecho y barbilla con una mano (es más fácil cuando se comience a sostener), hazle un masaje suave en su espalda.
- Cuando seáis expertos en el proceso de lactancia (al pecho o a biberón), a partir de los 4 o 6 meses, se suele iniciar la diversificación de la dieta del bebé con alimentación complementaria, nuevos alimentos, aromas, sabores y texturas.