Después de muchos meses alimentándose al pecho, al biberón o a ambos cuando quieras introducir las papillas probablemente muestre un primer rechazo. Es una nueva forma de alimentarse, de descubrir texturas y sabores y, por tanto, necesitarás mucha paciencia y seguir una serie de consejos para que el cambio sea sencillo y positivo.
A partir de los 6 meses podrás iniciar la alimentación complementaria, ya que el bebé necesita nuevos nutrientes. Deberás seguir los consejos del pediatra pero, en un primer momento, empezarás con purés de frutas o papillas de cereales.
Sigue algunos consejos para ¡triunfar con la primera papilla!
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Empieza con la primera toma cuando no tenga sueño y se muestre activo. Por ejemplo, en la merienda. También en el momento que no tengas prisa y, sobre todo, que el bebé no presente molestias.
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Mantén la paciencia ante toda reacción. Puede escupirlo todo, salpicarlo o llenarlo todo de comida.
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Utiliza un babero con mangas, que le cubra entero. Así evitarás que todo se manche.
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Siéntalo en la trona para tener las dos manos libres.
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Utiliza una cuchara para bebés, ergonómica y blandita para no dañar la encía del bebé.
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Si quiere explorar la comida con las manos, déjale. Es importante que se familiarice con los nuevos alimentos.
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Enséñale a abrir la boca, haciéndolo tú también. Sonríele y recuérdale lo rico que está.
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Déjale chupar y saborear bien.
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Si cierra la boca y se niega, inténtalo un par de veces y olvídalo por ese día. Debes ir poco a poco.
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Si no acepta un alimento, ves probando con el resto.
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Aprovecha también este momento para contarle cuentos, historias o cantarle una canción. ¡Será un momento lúdico para los dos!
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