Desde su nacimiento conoces la mayoría de los trucos para que tu bebé se alimente correctamente mediante la lactancia materna o, cuando ésta no es posible, con las leches infantiles. Pero ¿qué pasará con la introducción de los sólidos? Ante ti un nuevo reto: conseguir que aprenda a comer sólidos con cuchara y, ¿por qué no? ¡En familia!
Es importante crear hábitos que el bebé reconozca y con los que esté a gusto. ¿Y qué hábito es más importante que el de la comida? Reunirse alrededor de la mesa, comer, estar atento a las necesidades del bebé, ayudarle cuando lo necesite... Se trata de una manera de implicarlo e integrarlo en las rutinas familiares, y de estar a su lado en un momento en que aprender a usar la cuchara es fundamental. Aquí van algunos consejos que te ayudarán.
- Al inicio dale papillas claritas y espésaselas poco a poco. Así es más fácil acostumbrar a tu bebé a las nuevas texturas, y que aprenda a masticar.
- Empieza dándole poca cantidad, llenando la cuchara sólo hasta la mitad, y sólo dos o tres cucharadas. Luego, aumenta la dosis poco a poco.
- La cuchara es otro cambio más en su alimentación. Puede que la primera vez tu bebé se niegue a comer. Ten paciencia y vuelve a intentarlo en otro momento, sin obligarle.
- Sienta al bebé en la mesa con el resto de la familia cuanto antes. Sólo así adquirirá el hábito de la hora de la comida y se sentirá parte activa del grupo.
- Deja que al inicio el bebé toque la comida con las manos: así descubrirá las diferentes texturas y conocerá más de cerca los alimentos. ¡Es parte del aprendizaje!