Las molestias del bebé de 9 a 12 meses

Nuevos hábitos... nuevas molestias

El cambio de hábitos comporta la desaparición de algunas molestias típicas de los primeros meses, pero también el surgir de otras nuevas. Aspectos como el empezar a caminar, dientes que salen, las nuevas pautas de alimentación, cambios de horarios o de espacio son una nueva aventura para aprender a controlar. ¡Te explicamos las más importantes!

Estreñimiento

Ante la aparición de heces duras y poco frecuentes, una buena solución es aumentar el consumo de fibra mediante frutas, cereales integrales y verduras, lo que disminuye la consistencia de las deposiciones. Gracias a que la fibra absorbe el agua, aumenta el tamaño del bolo alimenticio y disminuye su consistencia. Al ser resistente a los enzimas digestivos, la fibra hace que el bolo alimenticio atraviese el tracto gastrointestinal sin modificar su composición, siendo más fácil de eliminar.

¿Qué hacer ante el estreñimiento?

  • Aumentar el aporte de fibra de la dieta.
  • Consultar con el pediatra o el farmacéutico. Puede que te aconsejen recurrir a las fórmulas infantiles tipo AE o a las papillas de cereales integrales (enriquecidas con fibra insoluble, y puede que también con fibra soluble, inulina).
  • Eliminar los alimentos astringentes que favorecen la aparición de heces duras: plátano, la manzana sin piel, la zanahoria o el arroz.
  • Darle un masaje infantil a tu bebé o mantenerlo acostado de espaldas, sujetando juntas las piernas y rotándolas suavemente con un movimiento circular y rápido. Estimularás los músculos de su abdomen, favoreciendo el tránsito intestinal.
  • No utilizar opciones como la estimulación anal, los supositorios de glicerina, u otros fármacos sin recomendación del pediatra: pueden ocasionar daños y/o acostumbramiento y que el estreñimiento se cronifique.

Diarreas

Los bebés que van a la guardería suelen padecer trastornos gastrointestinales con más frecuencia. Uno de los más habituales es la diarrea, que se caracteriza por una disminución en la consistencia de las heces y un aumento de su frecuencia. Si las deposiciones son muy líquidas y frecuentes o la diarrea dura varios días, puede llegar a comportar riesgo de deshidratación, e incluso complicarse con vómitos, falta de apetito...

La diarrea, de igual manera que la tos, en realidad es una respuesta de las defensas que ayuda a eliminar los microorganismos perjudiciales que han colonizado el intestino del bebé. Suele ser un problema pasajero, ya que el organismo los destruye en pocos días.

¿Cómo aliviarla?

  • Mantén al bebé hidratado suministrándole mucha agua y zumos, y si es necesario soluciones de rehidratación oral.
  • Trata de alimentar lo mejor posible a tu hijo durante esos días. Seguramente perderá el apetito, así que ¡intenta ganártelo!
  • Pueden ser de utilidad los alimentos astringentes como la manzana, el plátano, y las papillas infantiles elaboradas a partir de crema de arroz o crema de arroz combinada con zanahorias, que ayudan a que las heces sean más consistentes y disminuyan su frecuencia.
  • En general, se recomienda seguir utilizando la misma leche infantil para la alimentación del bebé, pero si la diarrea es muy intensa o no mejora, consulta con tu pediatra, ya que en ocasiones te recomendará empezar a utilizar una leche sin lactosa. Consúltale también si la diarrea viene acompañada de complicaciones como los vómitos o la fiebre.

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