El recién nacido puede distinguir objetos con contrastes fuertes como el blanco y el negro, pero aún no sus formas. A partir de los 2 meses empieza a ver los colores primarios (rojo, azul y amarillo) y es habitual que bizquee un poco al enfocar o buscarte con la mirada. Mientras tanto... ¡puedes estimular su vista con pequeñas actividades!
Atracción por las caras familiares
La distancia de enfoque del bebé suele ser de 25 a 30 cm, la justa para reconocer la cara de sus padres cuando lo cogen en brazos. Por eso, si le colocas cubos de colores, peluches o cualquier otro tipo de juguetes a una distancia de 50 cm le ayudarás a enfocar mejor.
¿Te has fijado alguna vez la fascinación que parece sentir tu bebé hacia las caras, sobre todo si sonríen? Puede quedarse mirando el rostro de un familiar durante un buen rato. ¡Pruébalo! Mírale y sonríele. Háblale despacito y de forma alegre. También puedes hacer que te siga con la mirada.
¡Lo importante es estimularle!