Seguro que te habrás dado cuenta de que tu bebé te entiende mucho más de lo que parece. Aunque todavía no sabe hablar, se comunica contigo a través de su sonrisa, expresiones, sonidos, llanto, miradas y gestos, con una media de 200 diferentes... ¡Pero ha llegado el momento de empezarle a hablar!
Hablándole cariñosamente
Los bebes reaccionan ante los sonidos: pueden asustarse de ruidos fuertes y relajarse escuchando las voces de su papá y su mamá, sobre todo si le hablas con cariño y dulzura. Aunque todavía no diga nada, tienes que motivarle, susurrarle, contarle cuentos, o cantarle canciones para enseñarle a comunicarse y aprender a compartir y expresar emociones y sentimientos.
Acércate a él, mírale a la carita, y háblale con un tono y una musicalidad agradables. Haz pausas para dejar que emita sus soniditos o balbuceos; significará que te escucha y quiere corresponderte. Aún no te entiende con claridad ni te ve bien, pero con tus palabras y tu sonrisa conseguirás que se sienta cómodo, tranquilo y, sobre todo, feliz.
Evolución
Estimulación
Errores comunes
- La comunicación con un bebé puede ser complicada, sobre todo si piensas que tu hijo te entiende. Pero puede que muchas veces reciba un mensaje contrario al que has emitido.
- Es un error pensar que pronunciando lentamente y sin acabar las frases te entenderá mejor. Enseñarle a hablar mal puede llegar a retrasar su evolución natural de entender y asimilar el lenguaje: primero debe observar y memorizar, para luego imitar lo aprendido.
- A veces puedes agobiarte porque tu hijo parece no hacerte caso. La mayoría de las veces ¡es que no te presta atención o está entretenido con otra cosa!
- Tampoco te preocupes en exceso si tu bebé tarda más que otros en empezar a hablar. No es cuestión de inteligencia si no de su ritmo de desarrollo, cada niño tiene el suyo. ¡Muchas veces los que más tardan acaban convirtiéndose en auténticos parlanchines!
- Es importante hacerle preguntas a tu bebé aunque sepas que no te va a responder. Así le estimulas a que dialogue contigo y en consecuencia, a que empiece a hablar.